La verdadera historia del Increíble Hombre Menguante Una aventura en blanco y negro.
Óscar M. Alajarín
Carta del hombre menguante a El País
Que mi existencia milenaria haya
transcurrido por los suelos
no quita para que de vez en cuando me revuelva
y adopte ese tono verdoso que tanto temes.
no quita para que de vez en cuando me revuelva
y adopte ese tono verdoso que tanto temes.
¿Me recuerdas?
Hubo un tiempo en el que fui un gigante.
Caminé algunos instantes a través de las nubes.
Mis pisadas convulsionaron las tierras.
¿Me oyes?
El eco atravesó de maravillas los siglos.
De verdad te digo que no sé de dónde saqué las fuerzas.
Sin aire,
sin tiempo,
y sin embargo, lo moví todo.
sin tiempo,
y sin embargo, lo moví todo.
Descubrí que las miradas del desprecio un día me tuvieron
miedo.
Cerré los ojos con la promesa del
futuro, y dormí.
Desperté en una pesadilla convertido en otro.
Así que el porvenir era esto:
un lugar donde mi voz se deshilacha,
donde a veces, no sé quién soy.
donde a veces, no sé quién soy.
Me busco, pero solo encuentro miles de árboles caídos en mi
contra.
Precisiones sobre el hombre menguante
En su pequeñez, logró atravesar los barrotes de la
cárcel.
Se alimentó durante algún tiempo de
las migajas que caían de arriba,
como del cielo.
como del cielo.
Sacó algunos billetes del banco por debajo de la puerta.
Y aunque la soledad amenazaba su
menudencia,
tenía la esperanza de encontrar algún día a otros como él.
tenía la esperanza de encontrar algún día a otros como él.
Parte 1
Episodio 1: El origen de mis males
En algún momento comenzará mi historia,
durante unas vacaciones menguantes,
en la horrible mirada de Moloch,
en la nube fosforescente que nos envuelve al caer la noche.
en la horrible mirada de Moloch,
en la nube fosforescente que nos envuelve al caer la noche.
¿Quién soy?
No me recuerdo.
¿Qué hago en calzoncillos en la cubierta de un barco
que no me pertenece?
¿Qué hago en calzoncillos en la cubierta de un barco
que no me pertenece?
Episodio 2: En el Mar de Moloch
Mis vacaciones en peligro.
Gigantescas olas de ahogados amenazan mi yo.
Ya está, ya ha pasado.
Pensé que esta vez sería el elegido.
Calma.
A pesar de las aguas dormidas
tengo la impresión
de que la tempestad continúa a escondidas.
tengo la impresión
de que la tempestad continúa a escondidas.
Episodio 3: Hay un muerto en la cubierta
Te observo, pero no me suenas.
Sonríes.
Has cambiado otra vez de rostro.
De nombre.
Miramos al muerto mientras se desintegra.
Episodio 4: El rostro del muerto
Envejecido, cansado. Pareces una
cicatriz,
como si la historia te hubiera pasado por encima.
como si la historia te hubiera pasado por encima.
¿Qué haces con los ojos abiertos?
Yo mismo te los cierro.
Episodio 5: Como si estuviera despierto
¿Y si hubiera sido sólo un sueño?
Parecía tan real: como si nunca
hubiera sucedido,
y sin embargo,
tengo la sensación de conservar la mirada del muerto.
y sin embargo,
tengo la sensación de conservar la mirada del muerto.
Episodio 6: Me queda grande la ropa
¿Podría ser el síntoma?
Mi trabajo es un señor gordo,
una cucaracha carcomiéndome las sienes.
una cucaracha carcomiéndome las sienes.
¿Será porque hay menos aire?,
¿por una caída continua de lo
atractivo?
No me mires.
Me avergüenza decirte quién soy.
Me deslizo frágilmente, sin pausa,
y no sé a dónde.
Me deslizo frágilmente, sin pausa,
y no sé a dónde.
¿O podría ser el signo de un ser
más perfecto?
¿Entonces por qué ya no te gusta mi
cuerpo?
O quizá simplemente me esté
muriendo
Y no lo sepa.
Y no lo sepa.
Episodio 7: Bésame
Antes te ponías de puntillas
cuando me besabas.
Cuando hablaba,
las palabras tenían esa forma
que a ti te parecía preciosa.
Ahora es como si no me vieras.
Como si de repente,
el aura que me rodea se desvaneciera.
las palabras tenían esa forma
que a ti te parecía preciosa.
Ahora es como si no me vieras.
Como si de repente,
el aura que me rodea se desvaneciera.
“Qué cosas tienes, mi amor,
será qué estás perdiendo algo de
peso”
Episodio 8: En busca de remedio
No existen precedentes.
Las radiografías no mienten.
Estoy menguando.
¿Existe remedio?
Hay que operar.
Siempre hay que operar.
Episodio 9: “¿Ha estado en contacto con una nube
fosforescente en los últimos cuarenta y ocho años?"
-Algo fantástico y sin
precedentes.
Algo que invirtió el proceso de crecimiento.
¿Ha estado en contacto con la fluorescencia
en los últimos cuarenta y ocho años?
¿Ha estado en contacto con la fluorescencia
en los últimos cuarenta y ocho años?
Episodio 10: Las distancias son relativas
Si todo fue un sueño,
si la fosforescencia y las vacaciones en el mar
jamás existieron,
jamás existieron,
por qué continúo en la pesadilla,
por qué la distancia entre tú y
yo se dilata a cada instante.
Dices que podría ser la enfermedad fabulosa,
aquella sin remedio y a la espera, todavía.
aquella sin remedio y a la espera, todavía.
Pero yo siento que me estoy
alejando de los hombres.
Episodio 11: El mundo desde otra perspectiva
Ahora puedo ver el mundo desde
otra perspectiva.
La monstruosidad de las cosas.
Las violencias que permanecían
ocultas en las formas y las sonrisas.
Todo pesa.
Cualquiera es un coloso. Un gesto puede
aniquilarme.
Veo al ser humano como lo que es: amenazante.
Veo al ser humano como lo que es: amenazante.
Puedo torcerme el tobillo en
cualquier momento,
al descender del sofá,
al bajar de la cama.
al bajar de la cama.
La vida cotidiana es una
temeridad.
Aterrado de lo inevitable;
De morir aplastado por la caída
de una delicada hoja otoñal.
Episodio 12: Las dimensiones del pollo son pantagruélicas
Te observo, enorme, sin rostro,
como si el propio Frankenstein te
hubiera creado con sus manos,
Y ya no sé cual de los dos o tres
es el monstruo.
Si el creador,
Si usted,
Episodio 13: Sin título
"Mi relación con el mundo cesó por completo,
excepto con mi mujer. Yo sabía que con mis arrebatos de cólera y despecho la
estaba alejando de mí, aunque todo mi ser la necesitaba desesperadamente”.
De la película “El Increible
Hombre Menguante”.
No es que esté enfadado con la vida, sino sorprendido.
Te miro, pero no sé a quién veo.
Cuando despierte mañana quizá seas otra.
Cuando despierte mañana quizá seas otra.
Abro la ventana y la ciudad ha cambiado.
No puedo encontrar tu mirada.
Has vuelto a cambiar de ojos.
Has vuelto a cambiar de ojos.
Lo desconoces, pero temo todo de ti.
Qué un día vaya a buscarte, y ya no
estés.
En tu lugar un recuerdo, horror, y ni siquiera eso.
En tu lugar un recuerdo, horror, y ni siquiera eso.
Episodio 14: Necesidad de que conozcas mi historia
"Sentí que
me había convertido en un ser absurdo. Un ridículo enano. Es muy fácil hablar
del hombre, del espíritu, de los valores fundamentales, pero no cuando se mide un metro veinticuatro.
Sentí asco de mí mismo, de nuestra casa,
de lo grotesco que se había vuelto mi vida contigo. Tenía que marcharme.
Tenía que desaparecer.
Por primera vez desde mi extraña
enfermedad me lancé a la calle solo".
De la película "El Increíble Hombre
Menguante"
Salgo a la calle temerariamente a riesgo de las
miradas,
del susurro,
de esa risa que ha de clavarse necesariamente en mí nuca.
del susurro,
de esa risa que ha de clavarse necesariamente en mí nuca.
Ahora soy el otro, el
insignificante.
El que caerá próximamente en la
nada.
Esa es mi tragedia. Convertirme
en anécdota.
Quisiera escribir mi historia
antes de que otros la escriban.
Antes de que nadie la escriba.
Episodio 15: Un encuentro casual
Quisiera que los días fueran
diferentes.
Me pongo a ello, pero jamás lo
consigo.
Poderosas fuerzas que nadie ha estudiado me arrastran.
Quizá el deseo, el hábito, el delirio de los locos,
el cordel invisible del universo.
el cordel invisible del universo.
O quizá la impronta de mi pequeñez.
O el designio de un ser
monstruoso que ríe a grandes carcajadas.
Os juro que trato de incorporar a
diario lo novedoso.
Una calle jamás transitada.
Un sabor diferente.
Pero al final siempre acabo en el
mismo lugar de siempre.
Entonces llega lo inesperado. Lo
imposible.
Alguien llama a mi puerta.
Sucede.
Lo insignificante se ha cruzado conmigo
elevándose a cotas estratosféricas de significados,
elevándose a cotas estratosféricas de significados,
Episodio 16: Mi libro
"Aquella noche recuperé la fe
en la vida y volví a trabajar en mi libro.
Aquello me absorbía completamente. Estaba contándole al mundo mi
experiencia, y al relatarla, todo parecía más fácil" De la película “El Hombre Menguante”.
Como si al escribir mi historia, se detuviera el tiempo.
Si te soy sincero, la palabra me convertirá en un enemigo
del universo.
Me releo.
Parece que me hubiera quedado
congelado
cayendo por el tobogán hacia el abismo con los brazos abiertos,
cabello al viento,
como en una de esas fotos de familia donde ya están todos muertos.
cayendo por el tobogán hacia el abismo con los brazos abiertos,
cabello al viento,
como en una de esas fotos de familia donde ya están todos muertos.
Por una parte está el tiempo que me arrastra de los pelos.
Me disuelve.
Y no deja nada de uno, finalmente.
Por otra, una fuerza mecánica construida por el hombre.
La sobrecogedora idea de que mi decrecencia sea un producto.
Una pérdida de trozos de cuerpo y de memoria.
Episodio 17: Ha vuelto a empezar
" - ¿Qué te ocurre?
- Hace dos semanas yo era más alto que tú".
De la película
"El Increíble Hombre Menguante".
Ha vuelto a empezar.
Parecía ilusionante.
Y ella, lo casual,
ha cambiado de rostro y ahora es un gigante.
ha cambiado de rostro y ahora es un gigante.
Nunca la veré más.
Ni tan siquiera puedo emborracharme
para dejar de pensar,
para dejar de ser.
El chino de la tienda de alimentación no me ha visto.
para dejar de ser.
El chino de la tienda de alimentación no me ha visto.
Me estoy convirtiendo en nadie.
Episodio 18: La República de la Abundancia
Un solo frutal abastece ciudades enteras en mi
sueño.
Es hora de celebrar la vida en
nuestras casitas de muñecas.
Qué nuestra desdicha deje de serlo.
Ser ínfimos, qué importa,
si tenemos un lugar donde caer muertos.
Ser ínfimos, qué importa,
si tenemos un lugar donde caer muertos.
La necesidad retrocede.
Ya no existen las excusas.
Ya no existen las excusas.
Vamos al encuentro con la existencia,
hacia la maravilla.
hacia la maravilla.
Enormes robots sin cabeza cultivan los campos
y tú y yo nos entretenemos leyendo el gran libro de la vida,
y tú y yo nos entretenemos leyendo el gran libro de la vida,
que apartamos de vez en cuando,
Episodio 19: Un lento despertar
Desde que soy pequeño, sueño más.
Me gusta pensar.
Me imagino en un mundo de iguales
donde poder hablar.
Recuerdo que un día fui normal,
que hablaba a los otros,
a la chica del súper.
que hablaba a los otros,
a la chica del súper.
Yo la preguntaba "¿Cuánto
es?"
Episodio 20: ¿Qué hacer?
Sería feliz en mi casa de muñecas
si no fuera por tu voz, que me retumba,
que me enloquece.
si no fuera por tu voz, que me retumba,
que me enloquece.
Cada una de mis vísceras se estremece cuando te
aproximas, y no es el amor.
Episodio 21: Aproximaciones hacia el final
Si no fuera porque te doy pena
despertarías con tu amante sin necesidad del sigilo nocturno,
despertarías con tu amante sin necesidad del sigilo nocturno,
pero el inconsciente dejará la puerta abierta
Y el gato entrará para resolverlo todo.
Y el gato entrará para resolverlo todo.
Episodio 22: Los acontecimientos se precipitan
El gato me quiere, pero de otra forma.
Si viste la película sobre mi vida,
ya conocerás lo sucedido:
ya conocerás lo sucedido:
persecución, caída y llegada a lo
oscuro.
Perdí el contacto con Ella,
y me expuse a todas las soledades posibles.
y me expuse a todas las soledades posibles.
La tristeza era inconmensurable,
Episodio 23: Cambio de paradigma
El sótano es lo oscuro.
Lugar donde el hombre menguante jamás será visto.
Sin otra cosa que el cuerpo,
lejos de los placeres de la casa de muñecas.
Sin otra cosa que el cuerpo,
lejos de los placeres de la casa de muñecas.
Episodio 24:
Y sin embargo, no estoy muerto
"Hubo grandes aplausos al
anunciar que si resultaba elegido haría todo lo posible para reducir los
impuestos. De Los Ángeles nos llega una triste noticia; la muerte de Robert
Scott Carey, El Hombre Menguante, víctima de una insólita enfermedad desconocida
en la historia de la medicina. Así termina la vida de un hombre cuyo valor y
voluntad de vivir se mantuvieron hasta el último instante. En cuanto a los
deportes..." De la película “El Increible Hombre Menguante"
Que me encuentre en el Tártaro,
en el punto ciego de tu mirada,
en el punto ciego de tu mirada,
no significa que no exista.
Ahora comprendo algunas cosas:
que el infierno pudiera ser esto: el no ser visto,
que se reduzcan los impuestos el mismo día de mi
muerte,
que alguien celebre mi desaparición, en este preciso instante.
que alguien celebre mi desaparición, en este preciso instante.
Ahora comprendo que mis deseos solo eran delirios,
si es que eran deseos la pesadilla de otro.
Quizá mi dolencia no sea única,
sino que afecta a millones.
Episodio 25: Reflexiones ante el cambio de paradigma
Sabía algunas cosas,
que el estrés,
el miedo,
y la inseguridad,
aceleraban el proceso.
el miedo,
y la inseguridad,
aceleraban el proceso.
que el maldito reino de la
necesidad,
se estaba apropiando de mi
cuerpo,
que la soledad y el silencio me
empujaba hacia lo cuántico.
Sabía algunas cosas más,
que la humanidad, a pesar de
todo, se estaba replegando,
Episodio 26: Como la araña
Ante mis ojos aparecen grandes monstruos,
como la araña.
como la araña.
Nuestras miradas son diferentes.
Ella lo que desea es mi
cuerpo.
Yo, la necesidad de huir antes de
que me destroce.
Esto me recuerda a los tiempos de
la sin memoria.
Cuando creía que era el que no
era.
Cuando a pesar de mi metro setenta, fui
insignificante.
Cuando la araña, la otra, me exigió el ser,
y yo acudí a sus brazos.
Cuando la araña, la otra, me exigió el ser,
y yo acudí a sus brazos.
Episodio 27: Lo que ha cambiado
Te miro y sé quién eres.
Huyo, me enfrento, busco un clavo o un alfiler.
No me entregaré a tus brazos,
no perderé ni uno solo de mis recuerdos.
no perderé ni uno solo de mis recuerdos.
Querrás obtenerlo todo de mí.
convertirme en momia,
dejarme sin la esencia.
convertirme en momia,
dejarme sin la esencia.
Sé lo que quieres.
La mirada es otra,
quizá la mía, la de tu enemigo.
quizá la mía, la de tu enemigo.
Episodio 28: Mi monstruo peludo
Soy un intruso en tu reino,
y he de matarte.
y he de matarte.
No es nada personal.
Cuando alguien quiere destrozar al otro, siempre dice
lo mismo,
“No es personal”.
“No es personal”.
Cuando era una persona bastante más alta
me gustaba rescatarte de un desastre seguro.
Nunca te arranqué la vida por placer,
mi monstruo peludo.
me gustaba rescatarte de un desastre seguro.
Nunca te arranqué la vida por placer,
mi monstruo peludo.
Y en la disputa por unas migajas de pan,
me quedaré del todo solo.
me quedaré del todo solo.
La oscuridad será mía.
Parte II
Episodio 29: El otro lado
El sótano se encuentra
arriba.
Lo oscuro comienza a
deslumbrarme.
La puerta se abre solo para mí
(a pesar de permanecer cerrada.)
Y en mi paso del yin al yang por sendas de paradojas,
camino a través de las rendijas con gran dignidad.
camino a través de las rendijas con gran dignidad.
Y me digo:
"Esto debe ser un ejercicio
dialéctico
o algo parecido.
o algo parecido.
Episodio 30: El rostro de dios
Ayer por primera vez vi tu rostro
Me observabas sorprendido.
Quizá nunca habías visto a un
hombre.
Episodio 31: Impresiones
De vez en cuando tropiezo con un
átomo.
Durante los días soleados llueven fotones,
muy molestos, por cierto.
muy molestos, por cierto.
Episodio 32: Los Otros
En algún lado entre lo
inconmensurable,
deben estar ellos, los Otros,
los que resbalaron hacia lo infinitesimal hace tiempo.
los que resbalaron hacia lo infinitesimal hace tiempo.
Episodio 33: Una aldea donde el sistema métrico decimal ha desaparecido
Sobre una protuberancia
en lo alto de lo infinitesimal, me saludan.
en lo alto de lo infinitesimal, me saludan.
Me abren sus puertas.
Me ofrecen vinos y libros
donde se cuenta lo desastroso de su existencia.
Charlamos,
y a pesar de haber desaparecido de la corriente histórica,
no se han disuelto de ninguna manera.
Me ofrecen vinos y libros
donde se cuenta lo desastroso de su existencia.
Charlamos,
y a pesar de haber desaparecido de la corriente histórica,
no se han disuelto de ninguna manera.
Episodio 34: El reencuentro
Paseando por lo microscópico me he encontrado con
él, con ella,
con la calavera de Yorik,
y me ha dado un vuelco el
corazón.
“Soy de los Otros y me encuentro
por doquier”-Me ha dicho.
“Me empujaste a la Nada y descubrí que estábamos
todos,
que el sistema métrico decimal había sido abolido,
que nadie medía ni un milímetro más que yo.
que el sistema métrico decimal había sido abolido,
que nadie medía ni un milímetro más que yo.
Lejos del abominable, del normal.
Al amparo del colectivo.
Aquí, sin perder ni un solo gramo
de mi ser.
Abandoné la imbecilidad sin
apenas darme cuenta,
y en ese preciso instante, supe
donde me encontraba,
haciendo los mismos chistes de
siempre,
Episodio 35: Esto debe ser la verdad
Esto entonces, debe ser la
verdad.
Buscaba lo cierto allá arriba, en la mirada de un ser
imposible,
en los relatos fantásticos,
en marcianos viajando a través del hiperespacio,
en eso, que se desvanecía inmediatamente entre mis manos.
en los relatos fantásticos,
en marcianos viajando a través del hiperespacio,
en eso, que se desvanecía inmediatamente entre mis manos.
Y resulta que se encontraba mucho
más cerca.
En mi propio cuerpo.
En las motas de polvo.
En cualquier cosa.
Mejor dicho; en todas las cosas.
Episodio 36: Sobre una posible guerra entre Ellos y Nosotros
En el otro mundo los gigantes
oyen voces.
Creen que están locos.
Lo están.
La risa es la única prueba de nuestra existencia.
Si pudieran vernos tratarían de destruirnos, como siempre.
Si pudieran vernos tratarían de destruirnos, como siempre.
Guerra absurda.
Porque ellos son los que no existen, pero no lo saben.
Creen que pisan tierra firme,
Creen que pisan tierra firme,
pero caminan por los aires,
por eso son imposibles sus pisadas,
por eso están a salvo nuestras pequeñas aldeas microscópicas,
donde florece nuestra recién adquirida conciencia.
por eso están a salvo nuestras pequeñas aldeas microscópicas,
donde florece nuestra recién adquirida conciencia.
Episodio 37: Me acuerdo de ti
Telefonearte para decirte que
existo,
pero es demasiado tarde.
pero es demasiado tarde.
Tendré que olvidarte.
En cualquier caso jamás me harías ni puto caso.
Además, entre lo gigantesco y lo microscópico la
comunicación se ha interrumpido.
Las líneas están cortadas.
Las líneas están cortadas.
Así que me dedicaré a ciertos juegos
con los míos,
con los que estamos fuera de tu vista.
con los que estamos fuera de tu vista.
Había pensado en investigar la
belleza,
en insuflar vida y fraternidad a lo político,
en instaurar la renta básica universal,
aquí, en nuestra aldea invisible, por ejemplo.
en insuflar vida y fraternidad a lo político,
en instaurar la renta básica universal,
aquí, en nuestra aldea invisible, por ejemplo.
Y sin embargo, cómo olvidarte,
cómo borrar el recuerdo del
sufrimiento inmenso
con el que sembraste los cuerpos.
con el que sembraste los cuerpos.
De tu crueldad brotaron pequeños monstruos,
seres insignificantes y desorientados cayendo a la Nada de
continuo,
como si jamás hubieran existido.
Episodio 38: Amanecer subatómico
Ahora puedo abrir los ojos las veces que me plazca.
Siento cierta felicidad
cuando discuto de filosofía política contigo.
Siento cierta felicidad
cuando discuto de filosofía política contigo.
Me gusta cultivar simientes.
Abandonar pequeños inventos en la
tierra.
Teletransportarme en pequeñas
partículas,
Episodio 39: Miles de hombres insignificantes
cruzan el Rubicón
Supongamos que la Tierra se va a
tomar por culo.
Hay signos que lo anuncian.
Por ejemplo,
hombres cayendo en la obsolescencia.
Por ejemplo,
hombres cayendo en la obsolescencia.
En lo microscópico lo sabemos.
No nos importa.
De tan insignificantes que somos
las reglas de la realidad quedan en suspenso.
las reglas de la realidad quedan en suspenso.
Vemos como los gigantes se disminuyen a cada
instante
y quiebran sus potencias.
y quiebran sus potencias.
No hay día que no se declaren la
guerra.
A diario atraviesan el Rubicón
y llaman a las puertas de nuestra
república ridícula,
pero nuestra república se ha desembarazado
de las puertas.
Episodio 40: Conclusiones
Desde lo microscópico soy
inaplastable.
En lo invisible me rodeo de
infinitos parques.
Puedo tumbarme en el césped, las veces que me plazca,
sin pagar entrada, caminar sin llegar jamás a ningún lugar.
sin pagar entrada, caminar sin llegar jamás a ningún lugar.
Me río de la gravedad.
No me pesa el mundo.
Nadie mide ni una micra más que
yo.
Caigo a cámara lenta, si es que
tengo que caer,
y observo tu dolor con mi
telescopio.
No puedes verme porque soy tu
propio ojo.
Vivo en tus células.
En cualquier mota de polvo.
Fin
Posible texto para el sepulcro del hombre menguante
Caminante, espera, detente un instante.
No tengas prisa, jamás llegarás a
ninguna parte.
Lee estas líneas antes de continuar tu marcha,
escritas cuando todavía tenía cuerpo, nombre, apellidos.
Lee estas líneas antes de continuar tu marcha,
escritas cuando todavía tenía cuerpo, nombre, apellidos.
Mi vida pasó.
Tuve exactamente los mismos miedos
que tú.
Apenas tiempo para realizar mis deseos,
para deshacerme de mis necesidades.
Apenas tiempo para realizar mis deseos,
para deshacerme de mis necesidades.
Me consumí en los sueños de otro.
Yo creía, pobre de mí, que era el mismo centro del
universo.
Ya es demasiado tarde.
No ha quedado ni un solo un gesto mío.
¿A quién le importa?
Pero además de yo, fui otro.
Un ser sin ser, de múltiples nombres
y rostros, milenario.
Significante e insignificante, de
voz terrible,
cuando por fin conseguía expresarme.
cuando por fin conseguía expresarme.
Cambiante.
He sido pueblo, siervo, esclavo, plebe, clase obrera, clase media, si es que existe,
proletario, trabajador, masa informe
He sido pueblo, siervo, esclavo, plebe, clase obrera, clase media, si es que existe,
proletario, trabajador, masa informe
A veces ocurre, dura tan sólo un
instante,
que se abre la puerta, más allá de la cual soy enorme.
Mi cuerpo multitudinario atraviesa las nubes,
mis pisadas, dejan huellas indelebles.
que se abre la puerta, más allá de la cual soy enorme.
Mi cuerpo multitudinario atraviesa las nubes,
mis pisadas, dejan huellas indelebles.
¿En qué momento comencé a caer?
En cualquier caso ahora soy el muerto.
Nada tiene sentido, eso no hay que
olvidarlo jamás,
pero si quieres, da un sentido a la nada,
para que su carga no sea tan pesada:
pero si quieres, da un sentido a la nada,
para que su carga no sea tan pesada:
vuelve a respirar.
Enciende velas para mi vuelta.
Quizá regrese.
Quizá reaparezca un gigante.